Hay, claro esta, personas que no quieren que hablemos. Dan ordenes por teléfono para militarizar aeropuertos y hombres armados han ido a ellos de camino.
¿Por qué? Porque mientras que pueda utilizarse la fuerza para aplacar conflictos laborales, ¿para que el diálogo?.
Sin embargo, las palabras siempre conservaran su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es, que en este país, algo va muy mal, ¿no?.
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